Entre altres coses, Culla escriu:
“¡Menuda oportunidad gratuita para acreditarse como progresistas, cosmopolitas, humanistas y paladines de los derechos del débil! Al conjuro de esta ganga se ha librado, durante las últimas semanas, una dura competencia por ver quién condenaba con mayor énfasis y dureza al equipo de gobierno vicense y a la sociedad que lo apoya”.
“Desde el ilustre -pero, esta vez, poco reflexivo- Colegio de Abogados de Barcelona hasta una tropilla de profesionales del antirracismo se lanzaron en tromba -en tromba preventiva- a verter acusaciones de “discriminación”, “xenofobia” y “criminalización” del inmigrante, como si el alcalde Vila d’Abadal hubiese propuesto establecer el apartheid”.
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